Una de las cosas que más sorprenden al que empieza a viajar en bicicleta por el mundo es la hospitalidad y amabilidad de la gente con la que se va encontrando. Nos encontramos en una sociedad en la que cada vez vivimos más encerrados y aislados de todo lo que nos rodea. Lo desconocido asusta y nos han enseñado a sentir recelo de las personas que viven a nuestro lado. Por principio, desconfiamos. Por eso, cuando por primera vez recorres las tierras de la cordillera del Atlas en Marruecos, o te adentras en países como Irán, Turquía, Bolivia o Ecuador y compruebas, casi sin buscarlo, que todo el mundo te abre de par en par las puertas de su casa y de su familia, algo dentro de ti empieza a cambiar para siempre.
La entrega desinteresada, el contacto humano, la amabilidad, la empatía y la sencillez de vivir sin miedo te hace reconciliarte con un mundo que creías viciado y oscuro.
Compartir una sonrisa, un plato de comida o una canción con las personas que amablemente te dan lo poco o mucho que tienen, es un tesoro que sólo aquel que viaja sin prejuicios y con el corazón en la mano puede saborear. El cicloturismo y los viajes en bicicleta tienen la capacidad de acercarte a la tierra, a la gente y al mundo que vas descubriendo. Por eso, quien lo prueba no puede dejarlo.
Siguiendo con esta filosofía de viaje y con la idea de que en el mundo hay gente fantástica, dispuesta a dejarse conocer y con ganas de escuchar y compartir una conversación, hoy os queremos acercar a dos iniciativas que persiguen poner en contacto a los viajeros que buscan un techo y a los que un día viajaron y se sintieron afortunados por encontrar a quien les acogiera en su casa: os hablamos de WarmShowers y de CouchSurfing. Ambas plataformas son, como os comentamos, puntos de encuentro entre quienes buscan un techo, una ducha o un plato de comida y quienes pueden y quieren ofrecerlo de manera desinteresada.
WarmShowers
La plataforma WarmShowers (“duchas calientes”) está orientada a cicloturistas y a viajeros que recorren el mundo en bicicleta. Cuando te das de alta en el portal web, ofreces lo que estás dispuesto a dar al viajero: una cama, una ducha caliente, un plato de comida y/o un lugar donde guardar tu bicicleta, lo que quieras. Además, das información acerca de la cercanía al taller de bicis, hostal o supermercado más próximo, lo que muchas veces puede ser de gran utilidad.
Por otro lado, para quien está viajando y necesita un lugar donde pasar la noche, es una herramienta fantástica, porque puedes acceder a la web y buscar dónde hay una persona dispuesta a alojarte y a compartir un buen rato de charla contigo y, además, puede ser de gran utilidad cuando los planes de viaje cambian y no has podido organizar donde pasar una o varias noches.
CouchSurfing
Algo tan sencillo y simple como ofrecer un sofá para dormir al que lo necesita, es la filosofía de vida y de viaje que hay detrás tanto de WarmShowers como de CouchSurfing.
CouchSurfing es, a grandes rasgos, similar a la anterior comunidad que os comentábamos, pero quizás más general y orientado a todo tipo de viajeros. Probablemente, además, su distribución en todo el mundo es mucho mayor que WarmShowers. Sin embargo, una de las pegas de CouchSurfing es que recientemente ha dejado de ser una asociación sin ánimo de lucro para ser una empresa que persigue un beneficio económico, y eso le ha dado un tinte menos utópico y romántico, haciéndote desconfiar algo más de lo que te podría suponer utilizar sus recursos. De hecho, para verificar tu perfil tienes que pagar, aunque no es obligatorio hacer dicha verificación. Por esta razón, a CouchSurfing le han surgido no pocos detractores. Aun así, la realidad es que es una herramienta muy interesante para el que viaja y para el que disfruta conociendo a viajeros.
Inconvenientes
Como pasa con todo en esta vida, detrás de la imagen solidaria de estas dos iniciativas, a veces se esconden intereses particulares que enturbian la esencia con la que nacieron. Hoy mismo, hemos leído en el Ideal.es una noticia que nos ha hecho reflexionar sobre el lado oscuro que esta fantástica iniciativa tiene: Guerra al “couchsurfing”. Cuando algunas personas aprovechan estas herramientas para lucrarse, le hacen un flaco favor a todas aquellas personas a las que nos gusta creer que la solidaridad entre las personas existe. De todas formas, no es menos cierto que el “Sistema” y la economía del capital siempre mira con malos ojos a todas aquellas iniciativas que se le escapan de su control como hemos visto recientemente con las restricciones al crowdfunding o micromecenazgo, del que hablaremos en próximas entradas.
¿Qué os parecen estas herramientas?, ¿os animáis a compartir un rato de amena charla con ese cicloturista que busca una ducha o un lugar donde dormir? Nosotros hace tiempo que somos unos Warmshowers, así que si venís por Madrid no lo dudéis, nuestra casa es vuestra casa.
En todo caso, no olvidéis que, compartir nuestro viaje siempre es una forma fantástica de disfrutar de él, sea de la forma que sea.
¡Buen viaje, CicloTravelers!