Este fin de semana hemos tenido la ocasión de acercarnos, emocionarnos y conocer un poco mejor a Óscar, Susana, Lucía y, aunque sea “en potencia“, al pequeño Darío, la Familia Supertramp, y a su gran proyecto: “Por el último amanecer“, con el que pretenden recorrer Europa durante un año a lomos de sus triciclos reclinables o, como ellos dicen, a lomos de sus “trikes“.
El proyecto, lejos de ser un simple viaje de cicloturismo en familia, quiere ser una escuela de vida sobre ruedas para todos los miembros de la familia, sobre todo para los más pequeños de la casa. Con una filosofía basada en el contacto con la naturaleza y en la que resalta la idea de educar a través de las enseñanzas del propio viaje, creemos que su enfoque merece todo nuestro apoyo y admiración.
Atraídos por su fantástico proyecto, hemos conseguido entrevistarles para conocer un poco más en detalle su idea de cicloviaje, su filosofía de vida y a su familia.
Aquí os dejamos la entrevista que les hemos hecho. Esperamos que la disfrutéis tanto como nosotros, CicloTravelers:
1. Hola Óscar y a toda la Familia Supertramp, viendo vuestra web hay algo que salta a la vista: sois una familia de soñadores con las ideas muy claras acerca de la importancia de las experiencias vividas por los niños para su educación, pero ¿cuándo empezasteis a hacer cicloturismo, a moveros en bicicleta y a ver que los viajes y la educación de los peques iban de la mano?
Empezamos a hacer pequeños viajes en familia a raíz de comprar la primera trike y un remolque para Lucía. Primero hicimos el camino de Santiago y algunas rutas locales con la trike, el remolque y una bicicleta convencional, pero a Susana también le gustaba la trike así que pensamos en comprar una para ella y aumentar los días y la distancia de estas aventuras. Así fue como se fue gestando nuestras primeras salidas viajeras. Lo que ocurrió después fue el viaje que hicimos pedaleando desde Ámsterdam hasta París. La idea de que viajar era educativo empezó a nacer en estos primeros viajes, pero fue en el último, el verano pasado por la costa de Portugal, cuando vimos a nuestra hija Lucía abrirse al mundo como nunca lo había hecho, en especial, al tomar contacto con la naturaleza y al compartir cada día sus juegos y experiencias con nuevos amigos independientemente del idioma o las diferencias que pudiera haber. También para nosotros resultó ser una experiencia muy instructiva, pues durante el viaje desde Ámsterdam a París aprendimos que viajar te prepara para la vida. Aquellos pocos días fueron casi más instructivos que años de educación reglada. Nos dimos cuenta de que queremos para nuestros hijos aquello que los prepare para ser ciudadanos globales.
2. ¿Qué significa para vosotros viajar en bicicleta? ¿Qué creéis que os aporta la bicicleta como medio para viajar?
Viajar en bicicleta o reclinada te da la libertad de viajar con la calma necesaria para conocer el mundo. Esto me recuerda el título del documental de Alvaro Neil (biciclown), “A la velocidad de las mariposas“. Es un título que describe perfectamente nuestra filosofía de viajeros porque es como nos gusta viajar, a ese ritmo y en comunión con la naturaleza, de una manera ecológica y natural.
3. ¿Cuándo se os metió el gusanillo de hacer un gran viaje por toda Europa en familia?
Después de volver de nuestro primer viaje Ámsterdam-París, a pesar de todos los infortunios que en él vivimos, supimos que queríamos más, así que fue una idea que se fue construyendo a sí misma poco a poco. Luego del viaje por la costa de Portugal se confirmaron nuestros deseos de hacer algo más grande. Descubrimos que el mundo es un lugar maravilloso con mucho que conocer y que no queríamos quedarnos parados a la espera de que algún día nos decidiéramos, así que cogimos lápiz y papel y empezamos a escribir como hacerlo, y el resto es lo que estamos por contar y vivir.
4. ¿Cómo esperáis que influya este maravilloso proyecto en Lucía y Darío, los peques de la casa? ¿Y en vosotros?
Tenemos grandes expectativas de lo que va a significar para ellos. Pensamos que les va a ayudar a construir su realidad del mundo, que los va a hacer más conscientes, críticos y con una capacidad para ver el mundo como un lugar maravilloso en donde poder ayudar y compartir y donde además podrán conocer otras culturas y puntos de vista. Además a nivel educativo les va a suponer poder aprender in situ, algo muy interesante porque significará optimizar el aprendizaje teniendo delante el objeto mismo de aprendizaje. Un ejemplo: leer un libro adaptado del Quijote mientras cruzamos Castilla la Mancha.
A nosotros, en principio, nos ha hecho más conscientes de la realidad que nos rodea, nos ha hecho más comprometidos con la educación de nuestros hijos, pero también nos ha comprometido a ayudar a otros, a mostrar que el mundo es un lugar en el que hay cabida para todos, por eso decidimos empezar a cambiarlo empezando por nosotros y por nuestros hijos. Creemos que esta experiencia nos hará más fuertes y nos hará conocer otras maneras de concebir el mundo.
5. ¿Por qué el nombre de “Por el último amanecer” para denominar a vuestro proyecto? ¿tiene algún significado especial para vosotros?
Muy buena pregunta, jeje, nadie nos lo había preguntado hasta ahora. Por el último amanecer es una frase de la película de Alejandro Magno que nosotros sacamos de ese contexto para usarla como una manera de celebrar el hecho de que hay que aprovechar el tiempo y también porque el personaje nos produce gran fascinación, por su pasión por descubrir el mundo y unir culturas. Vamos, un soñador como nosotros, salvando las diferencias, claro.
6. Comentáis que vuestra idea de financiación para realizar este gran viaje se centra en la comercialización de vuestro libro: “La Familia Supertramp. Aventura en Trike. Ámsterdam-París“, la obtención de donativos y colaboraciones de vuestros seguidores a través de la web y por medio de posibles patrocinios que consigáis en todo este tiempo pero ¿qué calculáis qué os puede suponer económicamente un año viajando por Europa en bicicleta? ¿Habéis hecho una estimación?
Si, calculamos un gasto diario de unos 25€ que en un año sumaría un total de entre 9000 y 10000€. A estos gastos habría que sumarle un seguro de viaje y la compra de material. Ese es el presupuesto al que debemos llegar y al que luego nos ajustaremos.
7. Da gusto ver la presentación de vuestro proyecto porque parece que no habéis dejado ni un cabo suelto… ¿Qué sensaciones tenéis a falta de algo más de dos años para emprender vuestro gran viaje? A nosotros solo de leeros se nos ha removido algo por dentro, no sé una mezcla de entusiasmo, de nervios, de incertidumbre, de ilusión, de alegría, …
Pues en realidad hay o hubo un poco de todo eso, pero ahora mismo destacaríamos la manera que tenemos de afrontar el reto, pues caminamos con una confianza y fe ciega hacia un sueño y un proyecto conjunto con tremenda ilusión. (Vamos, que estamos contentos como unas castañuelas pero con la prudencia de avanzar para conseguirlo).
Tenemos, por así decirlo, la sensación de haber cogido las riendas de nuestras vidas y de dirigirnos a donde queremos sin miedo a nada. Lo sentimos como un gran proyecto y como bien decimos en nuestra presentación, para nosotros es algo más, porque, en definitiva, se trata de un proyecto de educación, de familia y de vida que va mas allá del viaje mismo.
8. Algo planificado con tanto tiempo, ¿no os da miedo que, después de tanto esfuerzo, tengáis que cambiar los planes?
Sí, lo hemos pensado bastantes veces, pero es algo que hemos asumido. Puede que las cosas cambien, y por experiencia ya sabemos que siempre lo hacen, solo habría que leer nuestro libro para saberlo, por eso no nos preocupa. Simplemente, si el camino a la vuelta de unos kilómetros se hace escabroso buscaremos una ruta alternativa. La idea es que, aunque no sepamos cómo llegar, llegaremos, y si no es al mismo lugar será a otro.
9. ¿Cuál es vuestra idea de alojamiento? Queréis que vuestro viaje sea un contacto íntimo con la naturaleza ¿pensáis en acampada libre, en camping?
En principio pensamos dormir en tienda de campaña, tanto en acampada libre como camping, pero tenemos otras opciones, entre ellas, la de acogida en casas. Somos usuarios de la página de Warmshowers y durante este último año hemos acogido a otros cicloturistas en nuestra casa, así que tendremos la oportunidad de solicitar alojamiento a esta comunidad. Por otro lado, el camino seguro que nos da la oportunidad de conocer a gente y algunas invitaciones espontáneas que no desaprovecharemos.
10. Por cierto, ¿por qué os habéis decidido por las bicicletas reclinables en vez de las tradicionales? ¿Las recomendáis para viajar con niños? ¿Qué ventajas tienen? Bueno, ¿y qué inconvenientes?
Descubrimos las reclinadas de casualidad buscando en internet bicicletas raras y rápidamente nos enamoramos de ellas, hasta el punto de que empezamos a ahorrar para compramos una (dependiendo del modelo son algo caras), y al descubrir sus ventajas nos enganchó completamente. Su principal ventaja es su comodidad, pues al ir recostado con la espalda apoyada esta no sufre después de largos kilómetros y lo mismo le sucede al trasero, pues en una bicicleta convencional puede llegar a ser muy incómodo. Lo único que te dolerá en una reclinada serán las piernas de tanto pedalear. Otra ventaja es su estabilidad, pues el hecho de olvidarse del equilibrio hace que viajar se disfrute plenamente. La principal desventaja a destacar es que para subir cuestas hay que hacer algo más de fuerza al tiempo que se emplea otra musculatura. Con una buena adaptación de la misma se puede conseguir llegar a los mismos niveles, sin embargo a nosotros esto no nos preocupa porque iremos sin prisas. En cuanto a los niños estamos estudiando el medio en el que irán. Aún estamos debatiendo si llevar un remolque o una Weehoo, un artilugio muy interesante en el que los niños acompañarían al pedaleo.
11. Un tema que seguro que interesa mucho a nuestros lectores es la educación de los peques. Comentáis que tenéis que estudiar los trámites legales para sacar a los peques del cole durante un año ¿Qué habéis hecho al respecto? ¿Qué es el Roadschooling? Nos parece un tema muy interesante y quizás, el que más dudas seguro os ha planteado, ¿no?
En el tema educación planteamos un proyecto educativo o roadschooling que consiste en usar el mundo como una clase; el mundo será el lugar de aprendizaje. No usaremos un currículo concreto sino que nos guiaremos por unas pautas más sencillas. Por ejemplo, el día a día puede incluir varias tareas, como son, leer por la mañana un poema, a la tarde un libro y a la noche sobre los lugares que hayamos pasado y siempre siguiendo su interés y curiosidad, pero también habrá cuatro días de la semana en los que fomentaremos el hábito de sentarse y centrarse en una tarea concreta. Usaremos las nuevas tecnologías e Internet para ello. Vivimos en un mundo real, así que hay que prepararlos para ese mundo real, por eso se hará necesario que adquieran estas habilidades. Al mismo tiempo pensamos en hacer visitas a museos; el resto del aprendizaje nos lo dará la convivencia con otras familias durante el viaje y lo que el propio camino nos regale. Eso será en términos generales lo que haremos, aunque el proyecto está aún en desarrollo.
En cuanto a lo trámites legales habrá que decir que este apartado carece en España de soporte legal, más que ilegal, es alegal. Es decir, no hay ninguna ley que sancione a unos padres por educarlos en casa o de otro modo. Lo que haremos nosotros es informar al colegio de que nuestra hija dejará de cursar el curso que le corresponda durante el año que nos vayamos de viaje y la adscribiremos al programa CIDEAD que depende del Ministerio de Cultura Educación y Deporte para llevar a cabo la labor educativa y evitar perder ese curso. El programa CIDEAD se encarga de la educación a distancia de aquellas familias que por circunstancias no pueden hacerlo de manera presencial, sea el caso de familias del circo, atletas de alto rendimiento u otras circunstancias especiales en las que pensamos que nosotros entramos.
12. Y por último, ¿no os morís de ganas por echar a andar yaaaaaa? Nosotros no aguantaríamos dos años… ¡ja, ja, ja!
Si!!, nos iríamos ya, pero estamos tan atareados desarrollando el proyecto que en realidad es como si ya hubiéramos empezado la aventura. Son tantas la cosas que hacemos que, entre el trabajo, presentación y venta del libro, el blog y proyectos paralelos apenas nos queda tiempo para pensar. Vivimos con ilusión cada día pensando que avanzamos algo del recorrido, pero me imagino que según se vaya acercando el momento y cumpliendo objetivos seremos como unos flanes en perpetuo movimiento . 🙂
Desde aquí iremos siguiendo de cerca el proyecto de esta familia cicloviajera y, por supuesto, les daremos nuestro apoyo en todo lo que esté en nuestra mano. Por lo pronto, esta misma semana nos haremos con su libro y ya os contaremos nuestras impresiones.
¡Hasta pronto CicloTravelers!