Como ya hemos hablado en otras ocasiones, alimentarse e hidratarse bien es muy importante cuando estamos viajando en bicicleta o haciendo cicloturismo. Por esta razón, pensamos que conocer cuáles son las opciones con las que contamos a la hora de cocinar durante el viaje, puede resultaros interesante o, cuando menos, útil para preparar vuestro viaje.
Evidentemente, según el tipo de viaje que vayamos a realizar y del presupuesto con que contemos habrá cosas de las que podamos prescindir, pero eso ya depende de cada cual. Nosotros somos de los que pensamos que en el punto medio se encuentra la virtud y por eso, aunque nos gusta ser autónomos tanto para dormir como para comer, tampoco despreciamos la posibilidad de llenar, de vez en cuando, nuestras panzas con un buen plato de comida en un restaurante o en una posada que encontremos en nuestro camino. Dicho esto, creemos que ser capaces de viajar sin depender de nada ni de nadie nos da la libertad que buscamos y hace de nuestro viaje algo único y especial.
Tipos de cocinas para cicloturismo
Al igual que el resto de material que llevamos en nuestra bicicleta, las cocinas portátiles también deben ser de pequeño tamaño y reducido peso con el objetivo de no sobrecargar nuestras ya de por si pesadas alforjas. En este sentido, en el mercado podemos encontrar distintos tipos de cocinas:
- Cocinas de gas
- Cocinas de alcohol
- Cocinas de gasolina
Lo primero, antes de elegir uno de estos tres tipos de cocinas, es pensar en la disponibilidad de combustible allá donde viajemos y, tener en cuenta que, por ejemplo, las bombonas de gas no se pueden llevar en el avión y que, aunque existen tipos de roscas universales, muchas veces esa universalidad no es tal. Por otro lado, es importante valorar el lugar al que vamos porque el poder calorífico y, por tanto, el consumo de cada combustible va a ser diferente en función de la altitud a la que nos encontremos, de las temperaturas a las que vayamos a cocinar, etc.
Cocinas de gas
Este tipo de cocinas son las más populares a nivel general, sobre todo por el buen poder calorífico que tienen, la capacidad para regular la temperatura mientras cocinamos y su amplia distribución por la mayoría de los países de nuestro entorno. El problema que presentan es que, como ya hemos comentado más arriba, las bombonas de gas no se admiten en los aviones por razones de seguridad y es cierto que en algunos países son difíciles de encontrar. A su favor, hay que indicar que el poder calorífico del gas es bastante bueno, por lo que en a penas 3 minutos podemos tener 1 litro de agua hirviendo (en condiciones óptimas, claro está).
Bajo nuestro punto de vista son las cocinas ideales para un cicloturista medio que se mueva por países con un nivel de servicios similares a los españoles. Los recambios se pueden encontrar en tiendas de montaña, grandes superficies, campings, etc.
Cocinas de alcohol
Son las cocinas más sencillas que hay, pesan poco e incluso te las puedes fabricar tú mismo:
La mayor ventaja es que el combustible es fácil de encontrar prácticamente en cualquier lugar y se puede transportar sin mucha complicación en una botella de plástico. El problema es su poder calorífico, que es menor que el del gas y además, es difícil de regular la intensidad del calor y el volumen a consumir. Además, el manejo del alcohol, a veces, resulta algo engorroso. Si la intención es cocinar de manera esporádica, las de alcohol no están mal, ya que pesan muy poco y te sacan de un apuro donde estés. Por otro lado, si tienes dudas de poder encontrar bombonas de gas en el lugar de destino, nunca está de más, pensar en opciones alternativas como el alcohol, que además, viendo lo fácil que se puede fabricar un hornillo casero, lo mismo hasta sale a cuenta.
Cocinas de gasolina o multicombustible
Básicamente funcionan como las de gas, pero admiten también gasolina. La ventaja de la gasolina es que el poder calorífico es mayor y su disponibilidad en cualquier país del mundo está más o menos garantizado. Para grandes viajes, son las ideales por ser las más polivalentes aunque son más caras. Normalmente, para cocinar en altura (alta montaña) son preferibles las cocinas de gasolina porque se comportan mucho mejor, pero normalmente no va a ser nuestro caso haciendo cicloturismo. Está bien saber que existen y que podemos contar con ellas, pero su precio es más elevado que el del resto de cocinas y suelen abultar más.
Conclusiones
Lo más importante a la hora de comprar una cocina para ser autónomos en nuestros viajes de cicloturismo es que pensemos en la disponibilidad del combustible en las zonas por donde vamos a pasar sin descuidar el tema de la compatibilidad de las roscas de las bombonas y los quemadores. Además, hay que tener en cuenta que las bombonas de gas no se admiten en los aviones. Por otro lado, el peso de las cocinas y la capacidad calorífica de los distintos combustibles debería ser un punto a considerar antes de lanzarnos a adquirir una u otra cocina, ya que no es lo mismo tardar 3 minutos en hervir un cazo de agua, que 15.
Nosotros siempre hemos viajado con una cocina de gas muy sencilla, una Colleman que cabe en el bolsillo y no hemos tenido grandes problemas aunque en Marruecos, por ejemplo, no pudimos encontrar recambios de gas. Al final, la hospitalidad del mundo árabe no permitió cenar cada noche en casas de lugareños y disfrutar mucho más del viaje…
Nunca hay mal que por bien no venga…
Pues esto ha sido todo por hoy, CicloTravelers. Buena semana y a pensar en el próximo viaje en bici, ¡ah! y ¡que aproveche!