Las claves para hacer cicloturismo con niños
Después del anterior artículo en el que os contábamos las distintas formas de llevar a los más pequeños de la casa en nuestros viajes de cicloturismo, ahora os damos las claves para hacer cicloturismo con niños. Ya tenemos el equipo y ahora la pregunta es ¿cómo hacer cicloturismo con niños? Hoy os vamos a tratar de dar algunas claves para que el viaje sea un momento de diversión para todos, grandes y pequeños.
La actitud
Lo primero y más importante que tenemos que tener en cuenta cuando nos disponemos a hacer un viaje en bicicleta con peques es que los niños son infatigables si están motivados y se lo están pasando bien, en caso contrario se aburren y se cansan de forma inmediata. Teniendo siempre en cuenta esta máxima, todo lo que hagamos y planifiquemos de cara a la salida en bicicleta debe ir enfocado a que ellos se lo pasen bien, disfruten de la experiencia y aprendan de lo que les rodea. Para conseguir esto, hay que cambiar “el chip” con el que habitualmente salimos a hacer cicloturismo para adaptar los tiempos, los recorridos y nuestra actitud a las necesidades de nuestros hijos. Los niños cambian mucho de unas edades a otras, así que adoptar una actitud siempre positiva y capaz de adaptarse a los cambios es clave para disfrutar hasta de los momentos menos buenos.
Durante la ruta, todo lo que hagamos debe ir enfocado a transmitir ilusión y alegría a los peques y por supuesto, seguridad. Es bueno ir hablando con ellos, cantar canciones y jugar a los típicos juegos a los que todos hemos jugado durante nuestra infancia en los largos viajes en coche: veoveo, seguir señales, contar animales, buscar Gambusinos, etc. Esta es la mejor forma de que el tiempo vuele para ellos y que, al final, asocien los viajes en bici con algo divertido. Comentar cada cosa que vemos desde nuestra bicicleta y hacerles partícipes de todo lo que pasa a nuestro alrededor les motiva y les hace disfrutar mucho del viaje.
Los tiempos
Otra de las calves para hacer cicloturismo con niños es adaptar los recorridos que hagamos a unas distancias que nos permitan hacer paradas para descansar, para que los peques se bajen de la bici, corran, jueguen y, si es posible, compartan un rato con el resto de niños que vayan en el viaje.
Evidentemente, en función de la edad y del niño, deberemos hacer más o menos paradas, pero jamás deberíamos olvidar que ellos tienen un umbral de aguante mucho más bajo que nosotros, así que nos parece importante no dejar que lo rebasen. Si es posible, deberíamos adelantarnos a ese punto crítico.
El tipo de ruta
Quizás, este punto sea el más complicado de llevar a cabo porque, como todos sabemos, muchas veces las rutas nos sorprenden y no siempre podemos tenerlo todo bajo control. Por todo esto hay que informarse bien de los trazados que decidamos hacer y, cuando estamos empezando a hacer cicloturismo con ellos, mucho más.
Los puntos claves para empezar serían para nosotros los siguientes:
- Elegir vías tranquilas y lo más alejadas posible del tráfico motorizado.
- Rutas con atractivos naturales: lagos, vegetación, animales, casas abandonadas, …
- Distancias que nos permitan parar con frecuencia y que no alarguen en exceso toda la etapa.
- Desniveles bajos que hagan de la ruta un paseo y nos permitan centrarnos en la diversión de los peques.
En España tenemos la suerte de contar con las Vías Verdes, unos recorridos que cumplen, salvo excepciones contadas con los requisitos que hemos citado para viajar con niños: 85 trayectos de escaso desnivel que completan un total de 1773,8 km ciclables, con una media por vía de unos 20,8 km y localizados en entornos naturales que las hacen muy agradables y apropiadas para los más pequeños. El gran problema de este tipo de vías, que ya decimos que son ideales, es que los trayectos son lineales y, por tanto, tenemos que pensar bastante en la logística para ir y volver. En algunos casos podemos contar con autobuses o trenes que nos dejan en zonas cercanas al lugar donde comienza la ruta, pero en otras muchas ocasiones tendremos que organizarnos con otros compañeros para dejar un coche al final de la ruta. Hacer viajes en el seno de alguna organización del estilo de www.bicimundo.org puede ayudar a encontrar sitios nuevos, a compartir con otras familias nuestra afición por el cicloturismo y a organizarnos mejor a nivel de logística.
Algunas de las mejores vías verdes para empezar:

Vía Verde del Aceite (Jaén)

Vía Verde Ojos Negros (Teruel)

Cía Verde Ojos Negros (Castellón – Valencia)

Vías Verdes Senda del Oso
Si habéis recorrido alguna de estas fantásticas Vías, podéis contarnos vuestra experiencia en los comentarios de este artículo, así tendremos un argumento más para ir a visitarlas.
Los viajes internacionales
El tema de los grandes viajes de cicloturismo con niños, no de las rutas, es un tema para tratar a parte ya que aquí habría que hablar del transporte de nuestras propias bicis o alquilarlas en destino, de las distintas posibilidades que hay en el mercado para organizar viajes más controladas como la opción de la que os hablábamos en el artículo: “Holanda, bicicleta y barco en un mismo pack” o de la elección de países amables con la bicicleta como la mayoría de los países del norte de Europa: Holanda, Bélgica, Alemania, Austria, Dinamarca, etc. Pero, como os decimos, intentaremos escribir un artículo monográfico sobre este asunto tan interesante.
Conclusiones
En definitiva, las claves para hacer cicloturismo con niños pasa por invertir tiempo y esfuerzo en los más pequeños de la casa ya que esto, al final, es una apuesta de futuro. Poder disfrutar de nuestros monstruitos cuando viajamos en bici es un placer maravilloso que requiere que prestemos atención desde que son bien pequeños para que disfruten a nuestro lado y, el día de mañana, sepan que hay otra forma de ver el mundo:
¡A golpe de pedal!
¡Hasta la próxima, CicloTravelers!