Los que nos seguís también en Twitter: @ciclotraveling, sabéis que hace unos días asistimos a una charla sobre cómo hacer cicloturismo con niños, en la biblioteca Lope de Vega de Tres Cantos (Madrid), dentro del programa de actividades del “mes de la bici“. La verdad es que estábamos muy interesados en este tema, porque somos conscientes de las dificultades y las dudas que nos surgen a todos a la hora de planificar un viaje en bicicleta con los peques:
¿Por dónde empezar? ¿dónde ir? ¿cómo transportarlos? ¿qué llevar a los viajes? ¿pernoctar al aire libre o buscar alojamientos rurales?
Un montón de preguntas a las que, en gran parte, pudimos dar respuesta el pasado miércoles gracias a la entretenida charla que nos dio Marta Ruescas, miembro de la asociación BICIMUNDO.org “Asociación de usuarios de la bicicleta de la Sierra de Madrid”.
Hoy queríamos compartir con vosotros un resumen de los aspectos más interesantes que pudimos sacar de aquella charla en cuanto a los sistema de transporte de los niños. En una próxima entrada os contaremos cómo organizar los viajes con los peques y a dónde ir con ellos.
El transporte de los niños
Para el transporte de los peques hay muchos artilugios que podemos usar dependiendo de la edad y del momento de cada niño.
- Sillas de bicicleta delanteras (desde que mantienen la cabeza hasta que tienen 15-18 kg de peso)
- Sillas de bicicleta traseras (desde los 12 hasta los 22 kg)
- Sistema tándem follow-me y Trailgator (a partir de los 3 años en adelante)
- Remolques de cicloturismo con niños (desde los 0 hasta los 4-5 años)
Cada uno de los sistemas, como podréis imaginar, tienen sus pros y sus contras y están diseñados para unos rangos de edad o peso determinados. Encontrar el más adecuado a las necesidades de cada niño es un tema que cada adulto debe intentar valorar, encontrando siempre el equilibrio entre el coste y el beneficio del sistema.
Sillas delanteras
Se colocan sobre una barra adaptadora que une la tija del manillar con la tija del sillín y el niño va entre los brazos del adulto. Nosotros fue la primera silla que usamos con nuestros hijos y la recomendamos para las primeras etapas (6-7 meses hasta los 2 años), porque el niño va muy entretenido y, en todo momento, el adulto puede interaccionar con él: hablarle, jugar con él, incluso limpiarle los moquetes, etc. Además, la posición en la que va la silla coincide con el centro de gravedad de la bicicleta con lo que la estabilidad del conjunto es bastante buena. De igual forma, la silla permite que el adulto pueda bajarse de la bici sin peligro de golpear al niño con la pierna, siendo este aspecto un punto que aporta mucha comodidad. Y, por ultimo, algunas de estas sillas llevan delante una plataforma acolchada que permite que los niños apoyen la cabeza cuando se duermen y nosotros podamos seguir la ruta sin ningún problema.
Este tipo de sillas de bicicleta tienen muy pocos contras, quizás el único sería que el rango de edad para su uso que es algo limitado y que el precio ronda los 100€.
Nosotros tenemos una que funciona de maravilla de la marca Weeride y, como os hemos dicho al principio, estamos encantados con ella. Además, ésta, combinada con una trasera, nos permite llevar en la misma bici a dos peques.
Sillas traseras
Las sillas de bicicleta traseras son los sistemas más conocidos para llevar a los peques en nuestras rutas de cicloturismo. Actualmente hay gran variedad de marcas y modelos, pero los sistemas de enganche son, en casi todos los casos, muy similares: disponen de una estructura que se fija al cuadro de la bici, normalmente en el tubo donde se aloja el sillín y, sobre él, se monta la propia silla, bien por medio de unas varillas o con otro sistema similar.
Las sillas de bicicleta traseras son muy versátiles y permiten llevar a los niños durante un periodo bastante prolongado de tiempo, hasta que pueden empezar a ser autónomos con una bici. Las podemos encontrar con precios que rondan los 40€ y, si tu bici no tiene una geometría muy rara, en principio no tiene que haber problema para poder instalarla.
El mayor problema de estas sillas, sobre todo cuando los peques son algo pequeños, es que el niño suele dormirse y acaba con la cabeza colgando en posturas poco recomendables para sus cervicales. Marta Ruescas nos dio una idea interesante para solucionar este problema que consistía en atar el casco del peque con un trozo de pulpo al respaldo de la silla, dejando margen para que el niño pueda mover la cabeza. Así, cuando se duerme el niño, la cabeza no se le cae para los lados y mantiene una postura algo mejor. En cualquier caso, en nuestra opinión, lo ideal es que al principio el niño vaya en una silla delantera y, cuando alcance los 2 años de edad, se pase a una trasera, es decir, que utilicemos en cada ocasión la silla que mejor se adapte a la edad y las características del niño.
En todo caso, y con independencia de la silla por la que optemos, no debemos olvidar que, cuando hacemos cicloturismo con niños, es decir, cuando viajamos con los peques, lo importante es que los ellos disfruten, se lo pasen bien y, para eso, es recomendable hacer paradas frecuentes. Los peques se entretienen mucho cogiendo flores, viendo animales y cantando canciones, así que habrá que adaptar las rutas a sus necesidades. Nosotros, los adultos, disfrutamos del placer de pedalear, pero los peques necesitan estar entretenidos, así que salir con amigos es la mejor opción, ya que los peques van mucho más entretenidos y el recorrido se hace siempre más divertido.
Sistema Follow me y Trailgator
Estos dos sistemas se basan en el mismo principio: anclar la bicicleta del niño a la del adulto por medio de una estructura que bloquea la rueda delantera de la bici del niño y la eleva unos centímetros sobre el suelo. De esta manera el niño participa, al igual que lo haría en un tándem, y su actitud es más pro-activa, con lo que se entretiene mucho más y disfruta del recorrido. Por otro lado, el niño requiere tener cierta edad para ir seguro sobre su bici y no caerse.
Los dos sistemas, el Follow me y el Trailgator, son similares pero con algunas diferencias importantes:
Follow me
- Es el más caro, ronda los 200€ (Lo puedes comprar aquí)
- Tiene una estructura más pesada y voluminosa
- Confiere más estabilidad tanto a la bici del adulto como a la del niño
Trailgator
- Es más barato, ronda los 70€ (Lo puedes comprar aquí (Lo puedes comprar aquí)
- Es ligero y se pliega con facilidad gracias a su brazo retráctil
- En comparación con el Follow me, es algo más inestable
Remolques
Quizás, una de las mejores apuestas, si se tiene suficiente presupuesto y espacio en casa, sean los remolques. Por estabilidad, comodidad y seguridad para el peque, los remolques son unos aliados perfectos para hacer cicloturismo con niños. Hay un montón de modelos diferentes y los precios oscilan entre los 300 y los 800€. Como veis, la inversión es bastante mayor que para los demás sistemas comentados y, evidentemente, el espacio necesario para guardar los remolques es mayor que el necesario para guardar una silla.
Los remolques para cicloturismo con niños se suelen fijar al eje trasero de la bici y cuentan con un sistema que oscila, evitando que el remolque vuelque cuando la bici se cae. Esto es importante, ya que, de lo contrario, ante una caída el remolque iría detrás.
Lo bueno de los remolques de bicicleta es que disponen de bastante espacio en la parte de atrás para transportar ropa, comida, etc. Esto, junto con la posibilidad de montar unas alforjas en la parrilla de la bici, nos da una capacidad de carga bastante buena para afrontar cualquier viaje de cicloturismo con niños. Además, los peques disfrutan mucho dentro de los remolques porque se sienten protegidos y tienen espacio para llevar algunos juguetes. Los hay de una o dos plazas y en el caso de querer llevar un bebé, se pueden adaptar las sillas de bebé tipo Maxicosi al propio remolque.
Según la legislación española, dentro de los remolques no es obligatorio el uso del casco, pero eso lo dejamos a criterio del adulto.
Si quieres puedes revisar la comparativa que hemos hecho en: Croozer Kid 2 y Chariot Cougar 2, dos fantásticos remolques
Conclusiones
Como veis, cada vez hay menos excusas para no hacer cicloturismo con niños, con los más pequeños de la casa. Es cierto que algunos de los artilugios que os hemos presentado aquí son algo caros, pero no olvidéis que muchos de ellos se pueden encontrar de segunda mano y a precios mucho más asequibles. En el caso de los remolques, también existe la opción del alquiler, por ejemplo a través de la web: “Remolques de bici” (www.remolquesdebici.es).
Los peques disfrutan a tope descubriendo y explorando su entorno, y la bicicleta y el cicloturismo con niños son unos aliados fantásticos para ello. Todo lo que invirtamos en ellos ahora, serán frutos a recoger en el futuro y, para eso, además de elegir el medio de transporte adecuado, hay que saber en qué estado de desarrollo se encuentra cada niño y adaptar los recorridos a ellos.
¡¡A viajar se ha dicho, CicloTravelers!!